¿Cómo le hago la prueba de covid a mi niño de 2 años?

2022-05-28 09:01:39 By : Mr. Zijing Diao

Navegar en la pandemia por COVID-19 como padre de un niño pequeño no ha sido fácil: son demasiado pequeños como para que se les vacune y no pueden usar una mascarilla durante mucho tiempo, pero al mismo tiempo se convierten en zombis babeantes y con mocos cuando es invierno, con la misión de contaminar a cualquiera que se cruce en su camino tambaleante.

Las reglas referentes al distanciamiento social, al uso de mascarillas y a la cuarentena después de una exposición al virus, cambian con tanta frecuencia que parece que mucha gente ha renunciado a intentar mantenerse al día, lo que complica aún más las cosas para aquellos padres que intentan proteger a sus niños no vacunados y que no enfermen.

Añádase a la lista lo siguiente: si tu bebé o niño pequeño está expuesto a alguien con COVID-19 o simplemente te preocupa que esos mocos sean algo más que el sempiterno resfriado de un niño, hacerles la prueba no es tan sencillo.

Lo descubrí cuando mi hija de 16 meses necesitó una prueba de COVID-19 para volver a la guardería, después de exponerse al virus en su clase la semana anterior. Mi esposo y yo planeamos llevarla a un centro de pruebas cercano, que hace tanto pruebas de antígenos como de PCR en niños (no todos los centros realizan pruebas a niños pequeños), pero nuestra cita fue cancelada por la tormenta de nieve del fin de semana.

En su lugar, sacamos el botiquín de prueba casero que habíamos comprado por si acaso y empezamos a leer las instrucciones.

“No usar en menores de dos años,” leí en el lateral de la caja.

Un resultado negativo en la prueba COVID-19 es un requisito para que muchos niños pequeños vuelvan a la guardería después de una exposición al virus en el salón, pero las pruebas rápidas de antígenos caseras —la opción más accesible para las familias ocupadas— especifican que no deben usarse en bebés y en niños pequeños.

¿Por qué? ¿Entonces qué deben hacer los padres de niños pequeños cuando necesitan una prueba con urgencia y no pueden conseguir una cita en una clínica o en el consultorio del pediatra?

“La única razón por la que dicen que es para niños mayores de dos años es porque solo hicieron estudios en niños mayores de dos años”, dijo Mario Maffei, médico de atención primaria en Virtua Primary Care, en Voorhees. “Es un procedimiento muy seguro de llevar a cabo. La precisión de la prueba es igual de buena si se hace de la manera correcta”.

O, como dijo mi compañero Tom Avril, periodista científico de Inquirer, cuando planteé la pregunta en Twitter: “Apostar a que los mocos de alguien menor de dos años son funcionalmente equivalentes a los de alguien mayor de dos años”.

Una advertencia importante respecto a la precisión de las pruebas caseras para los niños pequeños es que tienen que hacerse correctamente, lo que no es poca cosa cuando se trata de niños pequeños, dijo Azmat Husain, médico de urgencias y director médico de Personic Health Care, quien opera los sitios de prueba en el Condado Delaware.

“Te encuentras con desafíos a la hora de hacer el muestreo—mantener a un niño tranquilo para que el hisopo pueda permanecer en su nariz el tiempo suficiente como para obtener una muestra”, dijo Husain, por lo que recomienda las pruebas de PCR para los niños menores de dos años.

La mayoría de las pruebas rápidas de antígenos requieren que los usuarios introduzcan un bastoncillo de algodón en cada fosa nasal durante un total de diez segundos.

Las pruebas PCR también se hacen con un hisopo nasal, pero son más receptivas porque detectan el material genético del virus, lo que significa que tienen más probabilidades, en comparación con las pruebas de antígenos, de devolver resultados precisos incluso con una muestra parcial.

“Aunque se recomienda tener el hisopo durante diez segundos... la realidad es que el hisopo de la prueba PCR detectará niveles muy pequeños de moléculas de virus, por lo que es capaz de recoger las muestras incluso si llevas a cabo el proceso durante menos de diez segundos”, dijo Husain.

La recogida de muestras en niños pequeños poco dispuestos puede ser tan difícil que no todos los centros de pruebas públicos aceptan niños pequeños. Personic especialmente entrena a sus técnicos médicos en la toma de muestras en niños, usando dos médicos: uno para mantener la cabeza del niño firme y otro para tomar muestras de la nariz.

Aunque se considera el estándar de oro para las pruebas de COVID-19, un inconveniente de las pruebas PCR es que las personas pueden dar positivo meses después de que su infección ya no sea contagiosa, dijo Maffei.

Mientras tanto, es muy poco probable que se produzca un falso positivo con una prueba rápida de antígenos (aunque pueden producirse falsos negativos cuando la prueba se realiza demasiado pronto después de la infección, antes de que la carga viral sea lo suficientemente grande como para detectarla).

Las pruebas rápidas caseras también son más prácticas para las familias ocupadas, y las citas en los centros de pruebas pueden ser difíciles de conseguir. El consultorio de nuestro pediatra está tan saturado que no ofrece la prueba COVID-19 a niños que la solicitan debido a una exposición al virus.

Maffei ofreció algunos consejos a los cuidadores para obtener una buena muestra de la nariz de un niño inquieto:

Aunque sean demasiado pequeños como para entenderlo, no está de más explicarles lo que se va a hacer y por qué.

Si tienes varios niños, toma primero la muestra del mayor (o del más tranquilo), para demostrarles a los demás que el proceso es rápido e indoloro.

Sujeta el hisopo por la base de la cabeza de algodón, en lugar de por el centro, para estabilizar la mano y evitar introducirlo demasiado por accidente.

Consigue la ayuda de un segundo adulto, alguien que pueda sostener al niño mientras le limpias la nariz.

Mi esposo y yo decidimos hacerle la prueba rápida casera a nuestra hija, porque la directora de su guardería nos dijo que un resultado negativo de cualquier prueba de COVID-19 sería aceptable. También pensamos que podíamos programar una nueva prueba clínica para ella, si mientras escribía este artículo me enteraba de que las pruebas caseras no son efectivas para los niños de su edad.

Se sentó en mi regazo, con una manta que rodeaba su torso como una camisa de fuerza para bebés, mientras la abrazaba con un brazo y sostenía el lado de su cabeza contra mi pecho con el otro brazo. Mi marido inhaló y exhaló profundamente antes de empezar, primero en su fosa nasal derecha y luego en la izquierda.

“¡Listo!”, dijo emocionado a nuestra pequeña, que gritaba. “¡Ya quedó! ¡Listo!”.

Sin saber si debía perdonarnos, aceptó a regañadientes nuestra oferta de paz (un helado) mientras esperábamos los resultados—que fueron negativos.